Amy Lawrence Lowell: Década


    Cuando viniste, tú eras semejante al vino tinto y a la miel
    Y el gusto de ti encendió mi boca con su dulzura
    Ahora eres como el pan de la mañana,
    Suave y placentera,
    Apenas te degusto, puesto que conozco tu sabor
    Pero sin embargo estoy completamente saciada.

Comentarios

unconversador ha dicho que…
Qué bonito. La cotidianeidad rebaja el misterio y el arrebato, pero sin duda convierte al ser querido en nuestro pan de cada día.